Reseña: Whats Remain of Edith Finch

Los videojuegos conforme pasa el tiempo han ido evolucionando, y pueden ofrecer experiencias con distintos enfoques, acción, puzzles, rpgs, aventuras, etc. pero hay una rama no tan comercializada, que lo que busca es ofrecer experiencias emocionales, más que mecánicas, hoy tocará ver a uno de estos juegos.

Como he indicado en otras ocasiones, en temas de videojuegos la cantidad de información disponible es abrumadora a comparación de los juegos de mesa y rol, por eso en cuestión de videojuegos trato más bien de escribir sobre obras que al menos creo yo, no sonaran tanto por la web. Así Whats remain of Edith Finch (WEF), es un juego que como Journey o Flower, su meta principal es hacer pasar un experiencia que evoca más los sentimientos en el jugador que su habilidad con las mecánicas; por lo que aviso desde ahorita, no es un juego para todos, ya que para los que los videojuegos solo son las mecánicas jugables (que no es una apreciación errónea), no les ofrecerá mayor cosa, ya que además es de una duración muy corta, alrededor de 2 horas, que no esta mal para este tipo de juegos, pero que a muchos escandalizara.

Desde que te vas acercando, comienza la aventura

En el mundo indie es donde han surgido más juegos de este tipo, sin embargo tienden a abusar del hecho de que las mecánicas son muy simples, y en ocasiones solo te limitas a a avanzar, tan es así que a muchos de estos juegos les llaman «walking simulator», afortunadamente WEF, no olvida que es un videojuego y ofrece algunos minijuegos dentro del desarrollo de la aventura que romperá con la monotonía de solo avanzar y dar click en algunas secciones, pero, lo importante es la historia y las sensaciones que las locaciones y eventos nos hacen sentir, así que no hay forma de perder en estos minijuegos. Eso sí, estos a veces son surrealistas y un tanto extraños, dándole un ligero toque «Timburtonesco» (válgame Dios), a algunas escenas.

La casa donde todo se desarrolla

No es un juego de terror, pese a lo que pudiera parecer

WEF aporta su originalidad en el hecho de que al ir avanzando, si te acercas a alguna zona relevante a la historia principal, sobre la misma, aparecerá un texto dando una breve explicación de lo que aporta a la zona, dándole un toque original e interesante. En estos juegos es complicado hablar algo sobre la historia, pero de manera general, se trata de Edith Finch regresando a una vieja casa que ha sido importante en su vida, al comenzar a recorrerla, los diferentes objetos, habitaciones y escenarios que encuentra le van haciendo recordar situaciones, personas y eventos pasados en su vida, no todos siempre agradables o alegres, y a lo largo de la historia, todas estas evocaciones y remembranzas, te dejaran un buen sabor de boca respecto a las sensaciones que despertó en ti.

El juego apela a las emociones 

Revivir emociones y vivencias es la clave del juego

WEF es una alternativa interesante para quienes estén dispuesto a darle una oportunidad, a dejar que un videojuego les ofrezca una experiencia distinta  a lo más común, y que entiendan que no siempre la duración de la misma debe de ser de decenas de horas para considerarse buena. En el sitio de Atomix hacen una revisión del juego.

Uno de los raros minijuegos que encontrarás.